Que las multas no te pillen por sorpresa

Según la Dirección General de Tráfico, en el año 2013 se recaudaron 369 millones de euros en multas y Hacienda tiene pendientes 449,7 millones por cobrar de lo que piensa que 99,8 no lo cobrarán por prescripción de la multa. Si te han multado y quieres que tu caso esté entre esos 99 millones que no cobrará Hacienda hay algunas cosas que puedes hacer para librarte de pagar la multa.

Lo primero que tenemos que tener en cuenta son los plazos. Si crees que efectivamente has cometido una infracción, la Ley de Tráfico vigente (Real Decreto 339/1990 de 2 de marzo) nos da un plazo de 20 días naturales desde la notificación de la sanción para beneficiarnos del 50% de descuento por pronto pago.

Ahora bien, ¿desde cuándo se hace efectiva la notificación? El proceso sancionador comienza una vez el agente de policía o guardia civil te da la denuncia en mano, o bien cuando te llega por correo certificado a casa si es una multa por radar o por fotografía.

Cuidado con el truco de no abrirle al cartero o no aceptar la multa porque no te servirá de nada, ya que al segundo intento de notificación, la sanción aparecerá publicada en el TESTRA (Tablón Edictal de Sanciones de Tráfico) que podemos mirar por internet. A partir de ese momento tendremos 20 días para pagarla, y el mismo plazo para recurrirla. De no hacer ninguna de las dos cosas, además del importe de la multa tendremos que pagar recargo.

Si decides recurrir la multa, lo primero que debes hacer es conseguir un pliego de descargo que podrás encontrar en internet, redactando un escrito donde niegues los hechos dirigido al Ayuntamiento si la multa te la pusieron en ciudad, o a la DGT si fue en carretera. En ese escrito, además solicita todas las pruebas posibles, ya que según el motivo de la multa esas pruebas serán imprescindibles.

Si la multa es por exceso de velocidad, pide las fotografías que existan y asegúrate de que los datos personales y del coche estén bien (dni, nombre, matrícula del coche, modelo, color). También es importante que se comunique la posible pérdida de puntos. Para asegurarnos de que son fiables, habremos de solicitar un certificado de homologación. Además debemos asegurarnos de que el día y la hora de la infracción son correctos.

Si tu sanción es por haberte saltado un semáforo en rojo, vigila muy bien la fotografía para asegurarte de que el semáforo estaba efectivamente en rojo y no en ámbar, ya que si así fuera no tendrías que pagar. Si la sanción es por superar la tasa de alcohol permitida, no debemos olvidarnos de pedir el ticket del alcoholímetro para asegurarnos de que sus cifras corresponden con las de la multa.

También es importante solicitar un informe de ratificación del agente que te multó para que después no pueda cambiar su versión. Esto se debe a que hay infracciones que no se pueden probar, como hablar por teléfono, y el agente tiene presunción de veracidad, es decir, él lleva razón y tú tendrás que encargarte de demostrar lo contrario.

Una vez enviado el escrito comienza la propuesta de resolución, donde la Administración tendrá que enviar todas las pruebas solicitadas. A partir de ese momento dispones de un mes para presentar alegaciones. Si no se valoran las alegaciones tendrás que acudir a la vía administrativa e insistir en tu versión a través de un recurso de reposición. Si eso tampoco funciona, no te quedará otra que ir a juicio. Por tanto, mejor estar seguros antes de empezar el procedimiento.

Todas estas gestiones, normalmente, puedes canalizarlas a través de la oficina de recurso de multas de tu seguro del coche.

2 comentarios en “Que las multas no te pillen por sorpresa

  1. Es muy interesante vuestra web, la acabo de descubrir y me parece muy bien diseñada. Mejor que la mía 🙂

    Respecto a las multas a mi lo que más me molesta es que la mayoría de ellas te ofrecen la posibilidad de pagar en un plazo muy breve con un descuento del 50%.

    Pero eso si, si reclamas ya no te descontarán nada en ningún caso.

    A mi me parece completamente abusivo. Yo diría que anti-constitucional: sitúa al cuidadano en una situación de indefensión. Si eres sumiso y no protestas, te cobro menos. Si protestas, el doble.

    Aparte que deja mayor capacidad de reclamación a las personas con más poder adquisitivo, con lo que es discriminatorio..

    En fin, si hubiera alguien que defendiera al pueblo (un defensor del pueblo de verdad..)

    un saludo!

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