Infórmate bien y ahorra en gasolina

Hoy en día resulta casi impensable vivir sin coche, sobre todo si no hay transporte público disponible. Pero aunque no podemos no ir al trabajo o a estudiar, podemos reducir ese gasto mejorando nuestros hábitos a la hora de conducir.

Trucos para ahorrar conduciendo

Empezaremos hablando de la forma de conducir. Una vez que nos montamos en el coche lo que más nos ayudará a ahorrar gasolina es la anticipación. ¿Por qué? Bien, como ya habrás oído alguna vez, evitar los frenazos y los acelerones contribuye a ahorrar gasolina. Por tanto nuestra posibilidad de prever los movimientos nos será muy útil, es decir, si vamos conduciendo y vemos que a diez metros el coche de delante se para, no seguimos acelerando para frenar después de golpe, sino que vamos frenando poco a poco.

Esta anticipación también nos vendrá muy bien para pensar en el camino que escogemos. Podemos prever que una autovía en hora punta del día estará abarrotada y así, si nos es posible tomar otra ruta, porque nos saldrá más ventajoso tomar un camino un poco más largo con el que mantengamos una velocidad constante, que coger el camino corto pero estar frenando y acelerando todo el tiempo.

Ya que mencionamos el frenado y acelerado, a la hora de salir, evitaremos pisar el acelerador ya que la mayoría salen solos levantando el pie del embrague, y es aconsejable que sólo utilicemos la primera marcha unos segundos manteniendo después la marcha más larga posible. También debemos tener en cuenta que si vamos a estar parados por más de un minuto, es mejor apagar el motor y luego volverlo a encender. Si tienes pensado cambiar de coche, podrás ver que muchos ya incluyen esta tecnología llamada “stop-start” que consiste en que el coche se apaga solo para ahorrar gasolina.

Bien, relacionado con la forma de conducir está el tipo de coche que tenemos. Nos referimos a las revoluciones del coche. Si manejamos un coche diésel, lo mejor es mantener las revoluciones entre 1.500 y 2000; y si se trata de un vehículo de gasolina, éstas deberán situarse entre 2000 y 2.500. Por otro lado, es fundamental revisar el estado del coche, controlar la presión de los neumáticos, el aceite o los filtros del aire acondicionado.

Por último, pero no menos importante, la gasolina en sí. Cuando vayamos a repostar, es importante tener controladas las gasolineras y saber si nos sale rentable ir a una gasolinera lejana porque el combustible esté más barato. En este mismo punto, mejor acudir a gasolineras que no estén junto a autovías porque suelen ser más caras, y preferiblemente a las que suelan tener mucha afluencia de personas ya que tendrán que recargar sus tanques con más frecuencia y la gasolina fresca tiene mayor potencia.

Otro dato importante es el momento en el que vamos a echar gasolina. Muchas suelen variar los precios según el día, más caras los fines de semana por tanto, ahorraremos un poco si repostamos entre semana, mejor martes o miércoles. Respecto al momento del día, mejor por la mañana porque con las temperaturas más bajas la gasolina es más densa y supone mayor cantidad. Además, no esperes a quedarte sin gasolina, llena el depósito cuando esté a medio, ya que cuanto menos aire contenga menos gasolina se perderá por la evaporación.

Por último, otros factores a tener en cuenta es reducir el peso del coche por ejemplo quitando la baca si no la usas o vaciando el maletero y bajando las ventanillas si circulas a menos de 90km/h. Ahora, si de verdad quieres ahorrar en gasolina… ¡no hay nada más económico que transportarte en bicicleta!

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